Las investigaciones de los ensayos de colisión tienen como objetivo revelar los efectos de los accidentes desde los tres lados del coche: delantero, lateral y trasero. Desde octubre de 1998, en Europa se aplican directrices uniformes para la realización de ensayos de colisión. Bajo el nombre de Euro NCAP (Programa Europeo de Evaluación de Vehículos Nuevos) se definen los criterios de prueba para la protección de los ocupantes en impactos frontales y laterales, la seguridad de los peatones y la seguridad de los niños en los asientos traseros.
Estas directrices europeas difieren de las normas que rigen los ensayos de colisión en Estados Unidos o Japón y se consideran las más estrictas del mundo.
Se simula un choque frontal en el que el vehículo colisiona frontalmente (o desplazado en diversos grados) con una barrera rígida o deformable a una velocidad de 64 km/h. Durante el choque lateral, una barrera móvil y deformable embiste el lateral del vehículo de pruebas parado a 50 km/h.
La prueba para peatones se realiza con cuatro zonas de impacto, realizadas a una velocidad de impacto de 40 km/h: pierna, cadera, cabeza de niño y cabeza de adulto.
Los vehículos con airbags para la cabeza también están sujetos a la prueba posterior. El vehículo colisiona lateralmente a una velocidad de 29 km/h con un poste de 254 mm de diámetro. De este modo se simula una colisión lateral con un árbol o un poste y se comprueba el funcionamiento de los airbags de cabeza.
En un ensayo de colisión trasera, que no se realiza en el marco del Euro NCAP, se dirigen barreras móviles de diferentes configuraciones y velocidades contra la parte trasera del vehículo del ensayo.
Las pruebas de vuelco investigan posibles daños en el techo. Además, algunos fabricantes realizan pruebas de caída del techo para comprobar la resistencia de la estructura del mismo. El vehículo cae desde una altura de 0,5 metros sobre la esquina delantera izquierda del techo.
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